miércoles, 28 de enero de 2009

Mal entendido

Dando un reposo a la creatividad doy paso al relleno de mitad de semana. Esta vez me permito desempolvar un cuento que hallé hace años y que ya había expuesto en algún otro espacio. Con este damos continuidad al tema del cuarto de los gestos, abordado en el post anterior...

En cierta ocasión, una familia inglesa pasaba unas vacaciones en Escocia y en uno de sus paseos observaron una casita de campo. De inmediato les pareció cautivadora para su próximo veraneo. Indagaron quién era el dueño, y resultó ser de un pastor protestante a quien se dirigieron para pedirle que les mostrara la pequeña finca. Tanto por la comodidad como por su ubicación fue del agrado de la familia, quienes quedaron comprometidos para alquilarla en su próximo veraneo. De regreso a Inglaterra, repasaron detalle por detalle cada habitación; y de pronto la esposa recordó no haber visto el WC (water closet), por lo que decidió escribirle al pastor preguntando por este servicio, así:

“ESTIMADO PASTOR: Soy de la familia que hace pocos días visitó su finca con la intención de alquilarla para nuestras próximas vacaciones, y como omitimos enterarnos de un pequeño detalle, quiero suplicarle que nos indique más o menos dónde queda el WC.”


Al leer la carta, el pastor desconoció la abreviatura WC, pero creyendo que se trataba de una capilla de su religión llamada Wells Chapel, le contestó la carta en los siguientes términos:


“ESTIMADA SEÑORA: Tengo el gusto de informarle que el lugar al que usted se refiere queda a 12 kilómetros de la casa, lo cual es molesto, sobre todo si se tiene la costumbre de ir con frecuencia; no obstante algunas personas viajan a pie, llegando todas en el momento preciso. Hay lugar para 400 personas cómodamente sentadas y 400 de pie. Los asientos están forrados en terciopelo rojo, y hay que llegar a tiempo para alcanzar lugar. Mi esposa por no hacerlo así hace diez años, tuvo que soportar todo el acto de pie, y desde entonces no utiliza ya este servicio. Los niños se sientan juntos y todos cantan en coro. A la entrada se le entrega un papel a cada una de las personas, y las que no alcanzan a la participación pueden usar el del compañero de asiento; pero al salir deben devolverlo para continuar dándole uso durante todo el mes.
Todo lo que dejen allí depositado, es para dar de comer a los pobres huérfanos del hospicio. Hay fotógrafos especiales que toman fotografías en todas las poses, las cuales serán publicadas en el diario de la ciudad en la página social; así el público podrá conocer a todas las altas personalidades en actos tan humanos como estos.”


La señora, al leer la carta, estuvo a punto de desmayarse, y luego de contar lo ocurrido a su esposo, consideraron cambiar de lugar de veraneo.


CONCLUSIÓN:
Hágase entender, hablando y escribiendo en forma sencilla, clara, precisa y concisa. Un mal entendido puede provocar rupturas graves en el seno de una comunidad.

lunes, 26 de enero de 2009

¡Kaboom!


Bueno niños, abran sus libros de física porque ya llegó el profesor puma y hoy vamos a hablar acerca del sonido. Desde un punto de vista un tris escatológico, advierto de una vez. Pero no dudo que para algunos sonará divertido así que la clase no va a estar tan aburrida. El tema de hoy es lo que yo llamo la paradoja de la doble resonancia.

Dícese que todo aquello que sube tiene que bajar y, en muchos contextos, que todo aquello que entra tiene que salir. Si lo aplicamos a la comida tenemos entonces que hablar de un proceso de producción en donde se toma una materia prima y se le aplica un determinado proceso para convertirla en otra cosa. Y aunque esa otra cosa suelen ser nutrientes, la imagen más obvia que viene a la mente del lector es otra... en eso se parece a los procesos de producción de alguna gente que conozco, porque el resultado final no nos inspira otro calificativo: mierda.

Sí señores, en esta clase vamos a hablar mierda. Pero entonces se preguntarán por qué en la introducción mencioné el tema del sonido. Pues a buen entendedor, pocas palabras. A veces queda difícil entender cuáles son los motivos que mueven la inventiva de algunas personas para hacer lo que hacen... aquí va uno de esos casos. O mejor, dos. Todo comenzó cuando a algún inventor se le ocurrió crear lo que hoy día conocemos como inodoro. Quizá este individuo no tuvo la culpa directamente, al menos no tanto como aquel (si no fue el mismo) que decidió que la fría porcelana era un material perfecto para la fabricación de tan agobiado aparato. La inventiva de este segundo genio alborotó la de un tercero que optó por sobreponer el famoso "bizcocho" en diversas presentaciones, acolchonadas unas, con calefacción otras, en fin, para todos los gustos. De aquí se derivan las raras costumbres de ciertos usuarios que se sienten bastante cómodos allí, a tal punto que son capaces de leerse de un solo empujón toda la edición del diario matutino.

El problema al que quiero aludir aparece en un estrecho espacio que hay entre la intervención del tercer genio y la aparición del cuarto... del cuarto de los gestos, como le llama mi amigo el ogro al baño. Ese estrecho espacio se ubica en medio del bizcocho y la porcelana, o en aquella porción del área ovoide no cubierta por las tímidas posaderas de aquellos usuarios que no se sienten (¿sientan?) tan a gusto allí. El problema concreto es que así como ocurre con la caja de resonancia en las guitarras, este espacio permite que escape el sonido amplificado de todo lo que en la entrada del hoyo ocurra. Ahora entra en juego la paradoja de la doble resonancia: a algún carajo se le ocurrió que el baño debería tener todas sus paredes lisas y enchapadas por relucientes azulejos, con lo cual el efecto de eco se magnifica en vez de atenuarse. El resultado es bien conocido hasta por quienes en este momento no lo quieran admitir... hasta el más recatado culito queda convertido ipsofacto en un sucio exhibicionista con dotes para llenar sin más micrófonos la acústica de un estadio. Y allí es donde viene la paradoja, porque se supone que este ha de ser un lugar privado...

Muy seguramente cada quien recuerda ahora al menos algún caso que puede dar fe de lo dicho aquí. Y desde luego la situación se vuelve más incómoda cuando esas ganas de "cantar" te agarran fuera de base, es decir, fuera de casa... o cuando la vivienda es compartida con más gente. Qué pena con esa gente, carajo...

domingo, 25 de enero de 2009

¿Me regala para un... arreglito?

Por estos días mi amigo el puma se encuentra algo impresionado por una circunstancia bien peluda... ante la más insignificante brisa queda convertido en una mala imitación de un melenudo león al que acaba de despertar la bulla de los micos. La situación lo incomoda un poquitín de más cuando viene de leer sobre los vientos de cambio que mencioné en mi anterior comentario, y anda rogando que éstos no sean muy fuertes a ver si puede aguantar a punta de cepillo y paciencia otro poquito... porque con el típico aumento del costo de vida al comenzar nuevo año, el veterinario ya le subió el precio a la "trasquilada". Mi pobre amigo se pasó los últimos tres años viendo cómo lo único que subía eran los gastos, y algunos meses atrás su poder adquisitivo se derrumbaba en virtud de que su trabajo se mudaba a un sector de la selva de concreto plagado de yuppies.

Y a propósito de concreto, y para no montársela en exceso a las greñas de mi amigo el puma... a la que sí le han programado tremendo "arreglito" es a esa selva... la principal vía por donde transitan las diversas especies que adornan por allí el paisaje será implacablemente arrasada por los intereses de los mismos que se han tirado la ciudad en los últimos años, con el aval de un tal "Torombolo" (¿o será ToromPolo?). Siendo realista, al igual que otros 1478 temas de conversación, la cosa política no es lo mío... pero dada la fama que tiene este personaje de dirigir los destinos de la comarca y los suyos propios con base en los designios de mami, causa gran extrañeza ver cómo no le genera ni el menor remordimiento a este tipo destruir una obra hecha por su propio abuelito... una obra como pocas se ven por acá, a la que cincuenta años de nobles servicios dejan muy en alto como un ejemplo a seguir por aquellos vivos y/o bobos que timaron al distrito y a los contribuyentes con la peor "troncal" que haya podido conocer la historia de la ciudad... digo, de la selva... una obra que hasta hace escasos días aún brindaba la posibilidad de oxigenarse en una ciclovía, otro símbolo de esta comarca al que tendremos que renunciar para que los mismos de siempre se llenen el buche.

Mejor les dejo el tema abierto para no regarme en prosa contra estos inmorales... a mí ya se me salió el ogro y a mi amigo el puma se le salió el león.


PD/ Me disculpo con los de afuera, el tema desde el segundo párrafo me salió muy local... gustoso brindaré las explicaciones que requieran.

sábado, 24 de enero de 2009

Winds of change...


En este prólogo alterno voy a ser un tanto facilista y a recurrir, como los canales televisivos criollos, a auto-reciclarme. No diría que por pereza, simplemente se trata de armar bien los cimientos de lo que sigue. Por lo dicho es posible que algunos en efecto ya hayan leído algunas de las siguientes lineas en otro espacio desde el cual cultivé la posibilidad de meterme por estos lados. Mis disculpas por el re-make.

Admitir debo el hecho de que veinte años atrás ya la profana palabra se apoderaba de mí a través de diminutas hojas de papel cuadriculado. Hoy en día los nuevos medios nos abren espacios como éste y, en consecuencia, el húmedo encierro de los cajones de un armario ya no amenaza con dar un tono amarillento a lo expresado. Ahora la palabra no es tangible, aunque en retribución tiene un público potencial mucho mayor. El ser material recoge sus pasos en círculo mientras su obra inmaterial evoluciona cambiando de soporte. Pero... ¿por qué doy vueltas sobre esto?

Bien... en el mismo detestable mes en el que varias ideas y proyectos se pudieron ir al carajo (por no decir otra cosa) por la perversa intervención de alguna "mano oscura", tuve la oportunidad de reunirme con buena parte de mi antiguo "parche", incluyendo de todo... algunas amistades que siempre lo han sido, algunas otras que no brillaban mucho pero inesperadamente salieron a flote y, desde luego, también algunas que a pesar de tanto brillo... en fin. En todo caso la fecha fue de alguna manera memorable, y uno de los detalles que más me llamó la atención fue lo que esa noche hablando con la almohada señalé como "un cambio en la dirección del viento".

En lo que espero no haya sido lo que se conoce como una inocentada, de repente mis viejos cómplices de primiparadas se han interesado por lo que en aquellos años dorados fuera mi válvula de escape de dominio público... la escritura. La dirección de esta nueva brisa señala que son nuevos tiempos, que el viento ya no va hacia el noroeste sino en sentido contrario... que debería aprovechar este respiro para recuperar esos recuerdos amarillentos y darles vida con un nuevo aire. De esto hace ya cuatro semanas y aun estoy aquí rascándome la cabeza mientras intento organizar mis ideas... tanto número ha dejado huella y ha dañado la letra.

Le pregunto al centinela del viento qué hacer, me le quedo mirando a la espera de una respuesta y lo único que me dice es... "N O S E".

viernes, 23 de enero de 2009

Discurso de posesión

Me cuenta mi amigo el puma que en su más reciente trabajo le quedó bien claro que no todo sale como uno desea, y que todo proyecto aparentemente bien concebido comienza con una cagada (y en los peores casos puede terminar igual). Este espacio no pudo ser la excepción... ya que teníamos entre manos un nombre para esta página que fuera acorde con nuestra actual condición de vida, pero como uno es tan de buenas el bendito nombre ya había sido utilizado. Esto acaba de echar por la borda parte del esfuerzo de intentar mantener la unidad en varios frentes: messenger, facebook, camisetas, etc., todo para posicionar y promulgar a los cuatro vientos nuestro reciente cambio de status.

Sin embargo un breve recorrido por espacios conocidos y ajenos nos ha hecho ver que no fuimos ni seremos los únicos atropellados por el infortunado eco de las coincidencias, lo que esperamos que con el tiempo pueda hacernos sentir más tranquilos. Por ahora, el impacto del mencionado eco se refleja en la elección del link a esta página, contemplado en el plan de contingencia (wow, sonó importante, como tanta mierda que hablan algunos eruditos). Pero para no desconectarnos mucho del proyecto inicial, mantendremos el título original.

En este momento el hombre anda ocupadísimo vagando por las calles en busca de algún trabajito, así que con inspirado acento lanzo hoy, en solitario y a manera de discurso inaugural, en su nombre y en el mío propio, nuestra acongojada y desgarradora plegaria:

PD/ De antemano, gracias por la paciencia... no con lo hecho, sino con lo que viene... si El Libretista quiere.