Uno... estamos tan juntos que casi parece que somos un solo cuerpo.
Dos... son tus esculturales nalgas que desde hace rato me traen nervioso con su vaivén.
Tres... veces por lo menos has cambiado de posición en los últimos cinco minutos, y con cada cambio mi imaginación vuela.
Cuatro... tus piernas y las mías, en continua interacción, suavemente se rozan.
Cinco... sentidos, sólo uno en juego. 5ntacto visual, sólo táctil. Nos sentimos mutuamente pero nuestras miradas no se encuentran en este extraño juego sensorial.
Seis... tus curvas peligrosas, deleite de la imaginación: cuello, hombros, pecho, cintura, cadera, piernas...
Siete... horas y algunos minutos marcaba el reloj cuando nos vimos involucrados en este acalorado y apretado juego. Pero el inevitable final se aproxima...
Ocho... son casi las ocho y como era de esperarse ya llegó para mí el final... el clímax de nuestra pequeña historia.
Nueve-nido por tí, ni tú por mí... simplemente ocurrió y ya, pero lo nuestro no puede ser. De este casual encuentro sólo quedará en mí un vago recuerdo. Ni siquiera tu número telefónico.
Por desgracia había mucha gente, muchos ojos, mucha ropa... en todo caso, mi íntima desconocida, compartir contigo este apretado, acalorado, sensorial y casi erótico viaje en Transmilenio, ha sido todo un placer. Diez... te has ganado un "10".
aplausos!!!
ResponderEliminarsee!!
muy bueno, como q no es el camino? buu!! si es el mejor jajaja!!
saludines
smuak!!
JAJAJAJAJAJA
ResponderEliminaryo he tenido tambien esos acalorados encuentras en el sistema de transporte masivo de mi ciudad (MIO) jejejejeje
ResponderEliminarMe senti identificada
Mmmm... ¿identificada, u observada? :D
ResponderEliminarEn fin... es cierto que muchas veces me doy cuenta de que me falta algo de "roce social"... pero la que aquí se narra no es, digamos... la forma ideal.