miércoles, 11 de febrero de 2009

Amigo el ratón del queso...



Episodio I:
La fantasma amenaza

Hace mucho tiempo, como a 50 cuadras de aquí... cuenta mi amigo el puma que comenzó la historia de un jovenzuelo de grandes aspiraciones, movido permanentemente por las buenas intenciones y por el firme deseo de ser alguien en la vida. Como se decía en su comarca, siempre fue un "niño de su casa" que no causaba el menor problema... claro que ante el menor asomo de rebeldía, "rejo" nunca le faltó... pero en términos generales, se supone que siempre fue un tesoro para su madre (la de él). Para no seguirnos refiriendo al muchacho como "el tesoro de su madre (la de él)", vamos a ponerle por nombre Anarquín.

Bueno pues resulta que en aquellos años ya el joven Anarquín estaba grandecito (o al menos en su cabeza) y las posibilidades que encaminarían su futuro comenzaban a llamar la atención de quienes le rodeaban... uno que otro familiar y algunas viejas chismosas cercanas a su madre (sí, la de él) principalmente. De todos era conocido el cuento de que aquel vástago fue quizá el más brillante en el que hasta ese momento había sido su grupo de aprendices. No obstante en su gran cabeza siempre tuvo claro que en reino de ciegos el tuerto es rey, y que más que un don sobrenatural lo que tenía sencillamente era un gran sentido común, lo que lo convertía no en el más inteligente sino en el menos bruto. Siempre prefirió ser humilde y no caer en la trampa de otros que lo querían ver creyéndose el último chito del paquete.

El destino le indicaba a Anarquín que era el momento de soltarse un poquito y comenzar a luchar por un sueño, algo que le motivara, como la ilusión de ser grande entre los grandes y algún día tener los medios para salir de la tradicional "olla"... aunque había gente a la que le iba peor, él sabía que algunas privaciones le habían quitado la posibilidad de tener una infancia mejor. Albergó en su mente una quimera y fijó el piloto automático apuntando hacia esa meta, mientras por cosas del destino encontraba nuevas amistades en cuya compañía seguramente le sería más fácil el camino. Buscaría además la oportunidad de ser un poco menos cerebral, darse el chance de sentir cosas hasta ahora desconocidas y dejarse guiar de vez en cuando por el instinto. Sentía que contaba con la fuerza necesaria para lograrlo, que nada ocurría por accidente y que por alguna razón había sido elegido para iniciar su entrenamiento. Soñaba que todos sus proyectos saldrían bien, y que en poco tiempo podría triunfante cantar victoria.

Infortunadamente tanta ansiedad creó una revolución en su cabeza, impidiendo que silenciara su mente y prestara más atención a la voz que en su interior le advertía que no había que ser tan confiado... que entre todos los que seguirían su carrera con gran interés, tal vez alguien podría estar al acecho...

(¿Continuará...?)

3 comentarios:

  1. Oye Fer...felicitaciones...wow que buenas historias, tan bién escritas..tienes talento...he disfrutado leer tus historias...bién sigue escribiendo..Abrazos!!!

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  2. "...el último chito del paquete." jejeje, que buena frase....

    Y desde las series de tv ochenteras hasta su nota... como desteste el Continuará....

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  3. uyuyuy!!!

    "...si no en el menos bruto" eso me gusto =)

    smuak! smuak!
    uyuyuy....
    esta genial, me gusto

    grax Ogris lindo ;)

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Mon@, que Dios se lo pague... deje su monedita aquí.