sábado, 6 de febrero de 2010

¿Qué? (Prólogo extemporáneo)

Para comenzar, una nota al margen: hace dos semanas aquí se cumplió un año de estar escribiendo boñiga. Quizá hubo menos movimiento de lo esperado, dada la efervescencia de los primeros días. Queremos que quede entendida la advertencia: que no estemos escupiendo cada semana, no significa que el empute cotidiano haya cedido terreno, en absoluto. La olla a presión del inconsciente sigue ahí, sólo que en bajito. Simplemente al igual que en el universo paralelo al que llaman realidad, acá en este plano virtual, a mi amigo el puma "le valen huevo" los cumpleaños, y muy especialmente los propios, por eso no quisimos correr el riesgo de recibir el centenar (tan optimista, con diez lectores) de comentarios de ocasión. Ahora sí, a lo que vinimos.

Este es un prólogo que le quedé debiendo a uno de los variados hilos con los que se teje la neurosis en este espacio: la buena escritura. Ha surgido luego de uno de los tantos trasnochos que tuve la semana pasada, cuando volví a encontrar en medio de una maraña de datos, perlas invaluables que demuestran qué tan ilustrados son aquellos y aquellas infelices que nos restregan todo el tiempo su status de brillantes jóvenes profesionales (me muerdo los dedos para no escribir a qué se dedican esos idiotas, por no herir susceptibilidades). Lindos gazapos como "hacerca", "rebicion", y muchos otros que he encontrado y seguiré encontrando, ya que la suficiencia con la que pretenden expresarse estos supuestos eruditos no les deja espacio en el ego ni en el escritorio para una saludable consulta al diccionario.

Lo anterior, sin contar con el creciente daño que se le hace al pobre idioma heredado de los españoles, a través de los canales de comunicación obsequiados por el avance tecnológico (que al parecer se traduce en retroceso neurológico para muchos): mensajes instantáneos de texto, aplicaciones de chat, redes sociales de todo tipo, etc. La ralea del común se ha metido en la reducida cabeza la idea de que estos canales están ligados al inmediatismo, al permanente afán... pero aun no entiendo al afán de qué, ya que generalmente quienes peor los usan destacan en mi percepción por ser una caterva de desocupados. Y al margen de lo inoficiosos que puedan ser, mis experimentos privados me llevan a concluir que me demoro más buscando la forma de echar a perder la ortografía de una frase que si la escribo como la gente decente. Es decir, la moraleja en tal caso sería, que si me voy a demorar lo mismo escribiendo algo bien o escribiéndolo mal, prefiero lo primero. Pero por desgrasia, la tendensia ba en direxion kontraria, mk. EsO dE aNdAr EzKrIvIeNdO vIeN hA tOdA oRa Ez PaRa "ÑoÑoS", gÜoN...

Me indignó leer en un periódico hace tiempo esa última afirmación sobre los ñoños, proferida por un mocoso que supuestamente se ganó un concurso de ortografía. Deduzco entonces que para ese pelmazo, la ortografía es la obligación de escribir como se debe bajo amenaza de ser vulnerado por el orto. Leer la forma tan miserable en que esta gente se expresa, solamente me produce ganas de pasarlos al paredón, y "ratatatatatataa..." (pero muchos de esos iletrados no entenderán qué es una onomatopeya). Ahí les dejo con este dibujito publicitario que debe tener más de cuarenta años, época en la que la gente decente se preocupaba por expresarse sin afanes postizos, demostrando no sólo que sí había pisado un colegio, sino que además no había ido sólo a calentar el pupitre mientras le firmaban un cartón. Se me cuidan...

6 comentarios:

  1. Mi estimado y querido Fer, es cierto que se está haciendo mierda el lenguaje... después de leer quedé con una duda:
    ¿Qué chucha significa ralea?
    vuelo del ave de rapiña a su presa... sorry, pero no entendí que cresta quisiste decir.

    Un abrazo

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  2. bueno, pues es cierto que ya le dimos en 'tutta la mamma' al idioma...
    pero, como lo he dicho antes:
    paresiera ke para cer algüien en la bida, no se nesecita saver eskribir...

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  3. Y yo que creí que era el único con dolor en los ojos al ver barbaridades semejantes.
    PD. Me acordé de nuestros amigos López, con "El computador está lleno de viruses", y no son solamente los chinos, también los papás.

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  4. Estimado Rodri, úsase también el término ralea en forma despectiva para referirse a una especie, raza, género... aunque creo que en el hervor de sangre me dejé llevar más bien por el significado popular, que es como cuando Quico dice "chusma, chusma, ppppp...". Gracias por la lectura.

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  5. Totalmente de acuerdo, el idioma lo están dañando un montón de estúpidos que no saben escribir y parece que tampoco leer. Yo ya me cansé de leer tantas idioteces en facebook que es donde más he visto esas frases mal escritas de los idiotas de la época.

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  6. Recuerdo que Don Alonso Quijano, en una de sus desventuras se dirige a sus agresores como "gente soez y de baja ralea". Ahora me pregunto si entonces existe una "alta" ralea...
    Andrés

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