domingo, 16 de mayo de 2010

Poopville (Urbanosis 4)

Poop... shit... crap... dejémonos de vainas, mierda, ese es nuevamente el tema. Y es que este remedo de civilización al que los optimistas llaman ciudad (y capital, pa' más piedra) posee las suficientes características para que uno sienta que vive en una selva.

Iba mi amigo el puma una mañana de camino hacia la casa de su cuñada, cuando de pronto se sintió como Tarzán el día en que descubrió la desobediencia del hermano conejo. Poco faltó para que sus pasos se hicieran un tanto pegajosos y olorosos al encontrarse con la tremenda descarga que pueden apreciar en la fotografía. Pero esta preciosa muestra, por sus características y en particular por su colosal tamaño, no daba para ser una incursión urbana del hermano conejo. No, tampoco era del señor que va varios metros adelante. Todo parecía indicar que se trataba de un obsequio a la ciudad dejado allí por el inseparable compañero del llanero solitario, o por lo menos, de una de sus versiones criollas: uno de aquellos policías montados, también conocidos localmente como carabineros (aunque seguramente ninguno de éstos lleva carabina). Lo que sí llevaba este semoviente (el de abajo, no el de arriba) era un antojo incontenible por decirle al mundo lo que se merecía, y qué mejor que a través de este pintoresco reguero. La veraniega atmósfera mañanera se percibía notoriamente viciada por la gaseosa estela que de tan magnífica obra de arte emanaba dándonos una leve probadita de lo bien que andaba la digestión de aquel animal (ya dije, del de abajo).


En esta bella postal el toque de ironía lo da el avisito del pequeño parque. Sugiere la sana costumbre expresa en la señal, que a este espécimen (al de arriba) le tocará en lo sucesivo incluir en su kit un costal y una pala (o por lo menos, una bolsa de supermercado y una cucharita, lo que más le guste) para hacerse cargo de las desdichas que su fiel compañero de jornada obsequia generosamente a la urbe a través de sus esfínteres. Claro que es posible que el de arriba no considere que el de abajo cumpla el rol de mascota, y ahí sí jodidos porque todo lo dicho hasta ahora no pasaría de ser tan sólo un chiste.

Lo que no es un chiste es la actitud en la que viven otros ciertos animales, que sin ningún pudor van agarrando cuanto rincón, poste, parque, cerca o antejardín se encuentran a su paso para convertirlos en espontáneos baños públicos. La mala educación de este miserable pueblucho comienza por casa, cuando la irresponsable mala madre prefiere ahorrarse una moneda y en vez de buscar un baño real, no tiene reparo en bajarle los calzones a su asquerosa cría para ponerla a mear o a cagar en donde le de la regalada gana. Y con esos vicios crecen los mal nacidos que con el tiempo tampoco tienen ningún inconveniente en ir "haciendo pipí" en cualquier esquina ante la atónita e impotente mirada de los conciudadanos que nada podemos hacer por el temor a cualquier respuesta animal fuera de tono por parte del cochino infractor.

De la poca cultura ciudadana que se había ganado unos años atrás, nada queda. En este momento, por lo menos, más de media docena de infelices desadaptados echan a perder la que pudo haber sido una fecunda noche de ejercicio intelectual para mí, y una noche de plácido sueño para los demás habitantes de una de las pocas casas en esta cuadra en las que aún vive gente decente. Hemos sido atropellados en nuestro derecho al descanso por unos mal nacidos viciosos que desde hace más de cuatro horas han hecho estremecer nuestras ventanas y paredes con la pseudo-música más asquerosa, los gritos, las palabrotas, el escándalo, el desaseo en los antejardines y el consumo de alcohol y de drogas. Y la autoridad (que por su lenta reacción parece que vino en burro mocho, ni siquiera en caballo) no existe para poner freno a la porquería... en esta jungla cada indecente va haciendo lo que de la la cochina gana, pero eso sí, ay de aquel que se atreva a intentar buscar una solución por su cuenta. Sí, tendré que decirlo... en este momento añoro que venga un grupito de aquellos que hacen la "limpieza"... porque mientras no podamos retomar un régimen en el que la educación y la decencia prevengan la ocurrencia de estos desmanes, la única forma de aplacar a tanta mal nacida plaga tendrá que ser la fuerza.

Señores de los falsos positivos, hagan un último favor a la patria... aquí les tengo una colección de vagos para que engorden sus resultados. Hagan con esos hijos de mala madre lo que les de la gana, antes de que se sigan tirando el barrio y el vecino de en frente tenga que conseguir un arma para agradecerles por todas las cochinadas que le dejaron en el antejardín. He dicho.

1 comentario:

  1. cha!
    pues sip... es una muy mala costumbre... de que al nene le dieron ganas de hacer pis... y ps le dejan el 'pudor' de que haga en un poste o esquinita...
    de que sacas a pasear al perro y que hace sus gracias (que jamas han dado risa!) y dejan el regalito sin ton ni son...
    es una muy mala cultura.... que mira que ya tengo 4 y a cada uno cuando le toca salir a pasear hay que llevar la palita... por que? ... pues por simple educacion... por que que necesidad tiene una persona de pisar las gracias de alguno de mis perros y llevarla como recuerdo en el zapato...
    no que horror! si esto en definitiva no cambia.....


    y por lo que leo... re-abrieron en lugarcillo ese que reune a los que no te dejan dormir...
    asi que la solucion es que te les unas y bailes las mismas porquerias que ellos!! jajajaja!!!
    (ntc) suerte con eso corazoncito

    y saludines smuak!!!!!
    tkm ciao!

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Mon@, que Dios se lo pague... deje su monedita aquí.